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El viernes por la mañana fue mi último examen: Historia del arte. Entraba todo el barroco y el neoclasicismo. Me lo aprendishh. No.. si me lo sabía, pero no a la perfección, así que ni puse las etapas de la vida de Bernini según Wittkower, ni me salió perfecta la vida de goya. En resumen, un examen como no me gustan. Mediocre y arpobado a rastras.

Después del superficial problema del maquillaje.. peluquería. Me cortaron el pelo más de lo que yo quería y a la moda española... capas... no me gustan las capas. Tampoco me gusta la moda española. Pero bueno, no está tan mal mi pelo y ya no tiene puntas con once rajas. Me peinaron y todo bien... hasta una hora después. Del peinado sólo quedaba un rizo en la parte de atrás. A conseguirse una plancha rápidamente, laca con la vecina y empezar a peinarse y perder 45 minutos. Al final logré hacerme yo sola un peinado mejor que el de la peluquería, un maquillaje piola, vestido rojo putón y zapatos que me torturaban, pero estaba feliz! Al fin la graduación. Al fin adiós colegio.

La Susi no me pudo ir a buscar así que en bus no más. Me bajé del bus y corrí con tacones (sin caerme!!!) porque llegaba 15 minutos tarde, por lo que el bus al teatro se podía haber ido. Pero al ver que todos mis compañeros estaban afuera del colegio caminé relajadamente y besos pa allá besos pa acá, que estás guapa! Tu también, te ves preciosa! y bla bla bla. Conversamos. Todos con las tremendas sonrisas en sus caritas de niños.
Bus, teatro, ensayo, llegaron los papás. Se veñian tan lindos. Y mis hermanas estaban super bonitas! La Sofi al principio se había rebelado y no quería ir, pero al final fue y le di un abrazo gigante. La ceremonia fue piola. Ni bien ni mal. Un video bien penca, pero discursos cargados de significado.

Después fotos por todas partes y bus hacia el hotel. Cóctel, cena y miles de risas. Conversamos con los profes y la Nieves empezó a soltar un montón de cosas jajajaja les dijo que se había copiado en todas las pruebas, que tenía un sobre de chuletas y otras cosas más que no voy a mencionar por cochinonas. Caminamos hasta la discoteca y a baliar mierda!! Lo pasé la raja. Estuvo genial, mucha gente, muchos amigos, mucha música.

Lo único malo fue el dolor de pies que nos hizo salirnos a las 6 con Noe y Susi. Caminamos como pudimos hasta un banco mientras decidíamos qué hacer hasta ir a desayunar churros. Nos fuimos a la casa del novio de Rocío. Entre medio pasaron unos autos con unos viejos cerdos y verdes que nos dijeron Eh! Las llevamos? es gratis? Y yo.. si weón gratis andate a la mierda. Llegamos donde Jaime, webiamos un rato hasta que ya estaba declaradamente amanecido el día y tioramos pa los churros. Nos encontramos ahí con todos y con otros colegios. Había un chico...alto, pelo naturalmente desordenado (léase sin gel), seguridad en sí mismo y a pesar de que no era una cara bonita, me encantó.

Fue un buen momento. Amigos, risas, recordando momentos de la noche, con caras de trasnochados, con el pelo revuelto, felices de la vida y sin preocupaciones. Después el papá de la Susi nos fue a buscar a la fuente de las batallas y de ahí a casita, camita y dormí hasta las 19.39 cuando me despertaron para que me fuera a duchar porque los invitados iban a llegar en media hora.

Hubo momentos en que me acordé de todos mis amigos... compañeros, familia, de la coni, de conce, de chile, de mi colegio, de mis profes, de la coni, la belén y todas mis amigas, de las tardes con la cami, de mi pasado, de mi supuesto futuro en chile y me dio nostalgia. No pena, para nada. Si no una sensación de que lo que estaba haciendo... no estaba nada mal. Que era solo un camino alternativo, distinto al de siempre, que no estaba en mis planes pero no tenía nada de incorrecto.
También estando arriba del escenario después de que nos pusieran las bandas y nos entregaran la orla y el regalito, miré hacia arriba, cerré los ojos y ví la carita de la coni sonriendo y me sentí cerca de ella. De verdad que la sentí cerca mío. Como si estuviera ahí abrazándome. Me sentí tan bien.

Bueno ese es el resumen de mi graduación. Nunca pensé que no fuera en el colegio en que crecí y me formé, ni que no fuera con mis amigos de toda la vida, ni que la fiesta fuera con otros que no fueran ellos, pero estuvo muy bien. Estuvo genial. Estuvo feliz.