jueves, 3 de julio de 2008

historia de mi renuncia

Renuncié. ¿Por qué? Porque sentí que estaba a pasos de ser forzada por un viejo. No estoy segura de que esto sea contable en un blog. Quizás me arrepienta y lo borre después, pero encesito contarlo.
Aquí vamos...
Acepté un trabajo en una tienda que tiene mi vecino en la calle Elvira. Uno de los típicos negocios árabes de roppa hippie, velas, incienso y cachivaches raros. El sueldo era una mierda, 300€ que de todas maneras en plata chilena son 240 mil pesos, pero que aquí en España ganar 10 euros al día es una paga muy mugre porque se deberían ganar unos.. no see, mínimo 4 euros por hora. La wea era bacán, porque entraban minos ingleses (uno de ellos, el más rico que he visto se podría decir en toda mi vida, parecido al clive owen pero más flaco y con una voz esquisiiiiita) y yo hablaba con ellos, porque entraban hippies super choros y todo eso.
El primer día que fuí, conocí a Juan, el dueño del edificio. Fue un amor de persona conmigo. Piropos, me daba cigarros y me compró una cajetilla. Yo (aunque negándomelo siempre) sospechaba de él.
Hoy a las tres y media me dijo que tenía que ir a comprar unas pinturas cerca de mi casa, que me llevaba y que me invitaba a una bebida. Yo le dije noo como se te ocurre, muchas gracias y él veeenga vamos. La weá es que acepté. Quizás pa tantear el terreno... no sé bien. Pero acepté. En el auto me dijo que soy muy pero muy guapa y que le gusto mucho. Me preguntó si había ido a las piscinas de Granada y le dije que no. Así que me dijo que me iba a llevar un día de éstos, que íbamos a almorzar y que nos bañaríamos... Weird. En el restorán se me enredó una pàlabra y me preguntó si estaba nerviosa. Cuando nos íbamos a sentar abrió la silla que estaba a su lado y yo me senté frente a él. Me dijo no no sientate aquí, pa que veas la tele. Yo le dije noo es que no veo mucha tele. Y mientras estabamos tomando la bebida, se quiso hacer el interesante y me dijo que por su negocio de antigüedades tuvo que estar un mes en Caracas y se hospedó en el Sheraton y me contó que ahí habia tenido muchas muchas amigas, que no lo querían soltar y que se habían querido venir con él.
... Chospechoso.
Me sentía súper insegura así que no quería que me llevara hasta mi casa. Le dije que me dejara en una esquina cerca porque tenía que pasar a hablar con la esposa de mi jefe sobre unos productos y el weón se asustó y me djio pero no le vayas a decir que cerraste antes y te viniste conmigo! entonces yo dije que no, que le iba a decir que me tuve que ir porque me dolía la barriga. "Si, si, mejor. Cuando salgamos nosotros dos, no se lo digas a nadie. Eso es entre nosotros."
Viejo verde conch....
Nunca me confirmó nada. Pero yo no puedo ir a trabajar sabiendo que me va a invitar a lugares, que vamos a estar solos, que está ahí mismo, al lado de mi trabajo. Que puede ir a verme cuando se le antoje. No, no, no.
Cuando me despedí de él y le dí los a veces benditos, ésta vez malditos dos besos españoles me sentí sucia.... y para rematar, me fuí en otra dirección, haciendo como que iba a ver a la señora de mi jefe, y me metí a un bar que estaba abierto, pero la puerta estaba trancada y al empujarla no se abrió, y otro viejo que estaba adentro dijo "¿qué quieres? mi teléfono? e lo doy de inmediato" .... Ahí me sentí asquerosa. Llegué a mi casa y lo primero que hice fue meterme a la ducha pa sacarme a Juan...
Quizás es una buena persona. Quizás sólo está siendo amable. Pero me mira las tetas. Me toca el brazo cuando me habla. Me va a ver a la tienda.... Yo no puedo volver ahí.
Que me perdone la fuerza superior, Dios, el karma o lo que sea que haya por pensar mal y hacer juicios sobre un hombre.
Más rato voy a ir a hablar con Haydar y le voy a decir que renuncio.
Es una lata porque me gustaba rabajar ahi, a pesar de la poca plata.